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martes, 1 de septiembre de 2015

El poder de... Los Propositos


    
     Cuando el año termina, tenemos una tradición que es en realidad encantadora.  Podemos ver nuestro mural de Facebook lleno de imágenes que nos ilustran el progreso de dicha tradición (obviamente, ilustraciones sarcásticas).  Es algo que como muchas otras tradiciones, hemos ido perdiendo con el tiempo, no la tradición, porque nos encante hacerla de emoción, sino el sentido de la tradición.  Los propósitos.  Esos deseos que escribimos en una lista que hacemos antes de que el año acabe, o en sus primeros días, pero nunca nos explicaron lo que son o su importancia, y no nos damos cuenta que no son solo palabras que escribimos en una lista, son una necesidad.  Es un grito de ‘¡AYUUUDAATEEEEEEE! A salir de la rutina y lograr cosas que siempre has querido hacer, pero te da miedo’.

     Unos días atrás, platicaba con unos amigos.  Uno de ellos platicaba que conoce un chico en el gym que tiene años yendo ahí y ejercitándose por 2 o más horas al día.  Este chico esta firme de cuerpo, pero no es un adonis como debería serlo pasando tanto tiempo en el gym.  Sin embargo, no es así y obvio llego la curiosidad de mi amigo ‘¿Por qué no estás tan cuadrado como deberías estar?’ pregunto ‘¡Porque a mí me gusta comer bien!’, ‘¡Pero comiendo sano y con todo el trabajo que le metes al gym puedes ser un monstruo de gimnasio!’, ‘Si, yo sé, pero a mí no me importa, lo que yo quiero es poder comer agusto’.  Esto le voló la mente a mi amigo.  Me comenta que no le cabe en la cabeza, que el desearía tener más tiempo para poder estar en el gym y marcarse, a lo que yo le respondí, ‘Si, pero ese es tu propósito, el propósito de él es comer lo que él quiera’.  En un principio, el no entendió la respuesta que yo le di.  Todos tenemos diferentes propósitos, todos podemos estar haciendo la misma cosa con un propósito diferente.  Un propósito no se trata solo de pensar en que quieres hacer y escribirlo en una lista que vas a guardar por el resto del año.  No es decidir qué es lo que quieres lograr, sino ¿para qué? Es ahí donde radica la diferencia entre meta y propósito.  La meta es lo que quieres lograr y el propósito es la razón por la que quieres obtenerlo ¿Para Qué?* (WOW!)

     Una vida sin propósito es solo existir, pero no vivir.  Muchos sentimos que nuestra vida esta atorada, que no llegamos a ningún lado, pero, ¿Te has puesto a pensar en a dónde quieres llegar?  ¿Qué quieres hacer? En realidad, nos pasamos las vidas tan encerradas en nuestros propios deberes y obligaciones que no nos detenemos a pensar si esto es lo que queremos.  Apuesto a que si le preguntaras a la pequeña que fuiste, no te va a contestar que quería trabajar por el resto de su vida para lograr que sus hijos vivieran una vida modesta como la están viviendo ahora, o aún mejor, llevar una simple rutina y sin tener a quien heredarles sus deudas.  Por ningún motivo creo que esa sea el propósito de la personita que fuiste.  Creo que todos tenemos un propósito, también todo tiene un tiempo para ser y todo pasa por algo.  Tal vez era tu tiempo de leer esto y comenzar a buscar tus propósitos.  Te paso unos pequeños tipos:

  • Busca tus listas de propósitos anteriores.  Si lo deseabas hacer y no lo hiciste, ¿por qué no intentar hacerlo ahora?
  • Escribe los propósitos que más te muevan el alma, los que puedas alcanzar más rápido van primero.  Recuerda que no hay límite para los propósitos que quieras alcanzar, pero todos llevan tiempo.
  • Escribe una descripción detallada de cada uno de ellos: color, tamaño, marca, peso, todo lo que se te ocurra.  Lo que necesitas para obtener este propósito, si no lo sabes, investígalo. 
  • Escribe un plan de acción, con la información que ya obtuviste como puedes empezar a trabajar para obtenerlo.  Recuerda ser lógico, congruente y realista.  No puedes tener la ‘c’ si no has pasado por la ‘a’ y la ‘b’. 
  • Ponle fecha, de nuevo, se realista.  No puedes decidir tener un auto deportivo último modelo en dos semanas.  
  • Consigue ayuda, hay mucha gente allá afuera que estarán más que dispuestos a ayudarte con tus metas, amigos, vecinos, hermanos y en algunas ocasiones, completos extraños que terminan siendo tus amigos en el camino.  No te hagas el valiente, ocupas ayuda. 
  • Se consistente, trabajar diariamente es el único camino para alcanzar nuestras metas.  Integra la disciplina a tu vida, eso es de gran ayuda para lograr lo que quieres, hasta el día de hoy, no he conocido a ningún hombre honesto que diga ‘Conseguí los millones que tengo en 2 meses’, sin embargo, si he conocido millonarios que le talonean bastante para tener lo que tienen ¿Por qué crees que hasta ahorita no somos millonarias? ¿Qué crees que nos haga falta?
  • Se realista, si sientes que no alcanzas una meta, no te rindas, siéntate y mira hacia atrás, revisa tu camino ¿Has trabajado como debes hacerlo? ¿No? Entonces, llora lo que tengas que llorar, brinca, revuélcate en la tierra si lo necesitas, habla con tu apoyo, seca tus lágrimas y echa pa’ lante!
  • No desistas, dicen por ahí que no hay peor lucha que la que no se hace, pero en realidad, la peor lucha es la que se deja a medias.  Aviéntate, sin importar el tiempo que tome, el tiempo va a pasar de cualquier manera y puedes estar preparada o puedes estar sentada esperando que pase.

     Al final del día, todo lo material que consigas se va a quedar en la tierra.  Lo que te llevas contigo son las experiencias y conocimientos que adquieres mientras vives, pero lo más importante es lo que dejas cuando te vas, no las cosas sino, las historias, los momentos, los recuerdos, los logros personales.  Pienso que ese es nuestro propósito en la vida, dejar un legado por lo menos en una pequeña comunidad de gente, como la que conforman tus amigos.  Has que tu primer propósito sea lograr todos los propósitos que tengas.

Quiérete, Se Valiente, Se Consistente, Se FELIZ, y sobre todas las cosas Be Positive, Girl! 

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